martes, 22 de septiembre de 2009

La estrategia funciona


Adios. ¿Hasta cuando?


Decía en el post anterior que el Millet buscaba, con su carta, acceder a mejor trato por parte del juez. Lo que fue una interpretación mía el mismo día de la "confesión" fue ratificado, al día siguiente, por uno de sus abogados. Sr. Pina.

Consideraba yo que la "confesión" era ful, o sea, trucada. Pero mucha gente está de acuerdo en que el fin pretendido, librarse de la trena, es perfectamente posible tras la publicación de este engendro retórico.

Mientras tanto, los cantantes del Orfeó Catalá (recordemos que el Palau, originariamente, fue la sede de la agrupación coral) pasándolas putas, con pocas dietas, escasos medios y precariedades varias. El jefe, bien, gracias. De vacaciones en Dubai y las Seycheles a medio millón de euros el circuito.

Más cosas curiosas: el secretario (un abogado) del consejo de administración mandando cartas explicando al Montull (el secuaz del Millet) cómo maquillar las cuentas para despistar a Hacienda. Se olvidó el buen hombre de que, en el nuevo código penal, existe la hermosa figura de "colaborador necesario" que convierte en delincuentes (y no "asesores legales") a los letrados que explican esas cosas a sus clientes.

Otra: los síndicos de cuentas que dicen haber descubierto cosas raras en 2002, y haber informado a los patronos del Palacio: el "conseller" de justicia, el alcalde de Barcelona Sr. Clos, y el presidente de la diputación. Nadie se dio por enterado. Parece que el Millet mandó una carta diciendo que las irregularidades ya estaban subsanadas o a punto de subsanarse.

Decía en mi anterior post que Millet provenía de una familia rancia de la burguesía catalana. Más o menos, de la democracia cristiana. El abuelo fundó el Palau en 1908. El padre lo dirigió durante el franquismo. Creo que fue en el cincuentenario, 1958, que en el acto protocolario de conmemoración, se incluyó una comida tras la que Millet (padre el actual) pronunciaría un discursito instando al brindis. El delegado gubernativo le advirtió que el discurso lo hiciera en castellano o, de lo contrario, le esposaba allí mismo y detenía a todos los asistentes. Millet padre, se levantó, alzó su copa, y permaneció en silencio... hasta que los asistentes le aplaudieron y vitorearon entre lágrimas de emoción.

El nieto, el Millet descarriado, es patrono de la FAES en Catalunya. La fundación del Sr. Aznar donde (para mí) se conservan las esencias de un espíritu que más tiene que ver con la unidad de destino en lo universal que con la cultura catalana.

En Cataluña es notorio que las fortunas burguesas las amasa el abuelo, las consolida el padre y las dilapida el nieto. Millet nieto ya había dado muestras de su ralea cuando participó en Renta Catalana, una pirámide tipo Maadof que pulverizó los ahorros de crédulos catalanes capaces de confiar en rentabilidades mágicas en manos de sinvergüenzas con buen marketing. La tesis que sus abogados manejaron (y que les absolvió) fue que ellos, pobretes, no querían hacer las cosas mal, sino que se equivocaron en las inversiones. ¿Les suena eso de los "errores"?

Maadof habría hecho mejor montando su mafia en España que en Nueva York. Los panolis son igual de crédulos y los jueces mucho más comprensivos.

¿Irá el Millet a la cárcel? Se admiten apuestas.